Querido P.:
Desde que me diste a leer Viaje a Oxiana, hace tantos años, deseo vivamente pasar unos días en Afganistán. Cuanto más tiempo pasa, más difícil resulta y estoy seguro de que no encontraría en pie muchas de las cosas de las que habla Robert Byron.
Hoy me he vuelto a acordar de él mientras leía la noticia de la destrucción de la mezquita de Nabi Younes, en la ciudad Iraquí de Mosul. Antes de ser mezquita fue monasterio. Younes es Jonás para los cristianos. Un viaje a Iraq tampoco parece aconsejable.
Ya ves que ni siquiera te hablo de la miserable condición humana. Te ahorraré también cualquier comentario acerca de la influencia de la religión sobre la política. Solo dos líneas acerca del deseo de viajar y detenerse unas horas frente al más simple de los monumentos que haya sido respetado más por el olvido que por el tiempo. Porque, a lo que parece, la atribución de significado a cualquier objeto, idea o símbolo los condena a su desaparición.
Con mis mejores deseos,