«Erasmo se burla del hombre como el viejo Demócrito, aunque se necesitarían tal vez mil Demócritos para abarcar tal séquito de necios: “Son increíbles los trastornos y las catástrofes que suscita un animalito tan ruin, de tan corta vida, porque a veces basta una batalla, o el azote de una epidemia, para arrebatar y aniquilar en un instante a millares de ellos”. Es claro que Erasmo se refiere a los disturbios doctrinales especialmente teológicos, que estaban desencadenando en esos momentos luchas de religión, unida a una plaga que estaba enrareciendo aún más el ambiente. Montaigne dice al respecto: “Y es el caso que lo que me parece traer tanto desorden a nuestras consciencias, en todos estos disturbios de la religión en los que estamos, es ese sentirse dispensados de la fe por parte de los católicos” En cuanto a la peste: “Vime atacado dentro y fuera de mi casa por una peste, más vehemente que cualquier otra”»
“Solo si Dios quiere” La visión religiosa de Michel de Montaigne: El fideismo
James Andrés Pérez Montoya *