Comparaciones, en la página del grupo: «Wanda Group cuenta con 110.000 empleados en el mundo. ¡120 veces la del Vaticano!»
Querido R.:
Compré Underground cuando volví a casa. Lo había visto en alguna estación de tren o en algún aeropuerto y no me pareció el mejor sitio para hacerme con él. Lo leo a ratos, para que no se me atragante. Aunque está bien hilado y no es morboso, cada historia resulta dramática y una sesión demasiado larga, acaba por agobiar.
Ya sabes que si estoy con esto es porque, al menos de momento, soy incapaz de leer acerca de cosas más próximas. Recuerdo cuando devoraba libros sobre la cuestión vasca: acción y reacción. Se estaba bien en la teoría. Luego todo fue tan doloroso.
Lo que sucedió en el metro de Tokio, hace 20 años, a 10.000 kilómetros de distancia, me resulta algo más fácil de leer. Encuentro formas de comprender la vida, el trabajo, las relaciones familiares, el perdón o el odio y me sirve de algo.
Hay un párrafo que te gustará. Lo transcribo después.
Confío en que nos veamos pronto.
“Existe un tipo de marginación invisible en nuestra sociedad. Me refiero a una marginación psicológica hacia las víctimas del gas sarín. Por eso hay personas que tratan de ocultarlo. Sucedió lo mismo con las víctimas de la bomba atómica. No es más que una suposición mía, pero quizás esté relacionado con el concepto de impureza que impera en la sociedad japonesa. Desde la antigüedad, en Japón, se creía que si uno se relacionaba con la muerte o con la desgracia, quedaba impuro y los impuros eran marginados de manera sistemática. Es una tradición que en su momento quizás tuviera sentido. Por mucho que los marginasen, la comunidad cuidaba de ellos. No podían realizar los mismos trabajos, es verdad, pero en cierto sentido les protegían, existían rituales de purificación que, poco a poco, «curaban» esa impureza. El concepto funcionaba con cierta eficacia, ¿no cree?
En la actualidad ha desaparecido ese tipo de funcionamiento comunitario, pero la conciencia de la impureza existe en estado latente. Eso podría ser la causa de la marginación inconsciente. La reacción de la gente es, hasta cierto punto, inofensiva pero para las víctimas eso es muy duro”.
Kanzô Nakano, psicólogo entrevistado por Haruki Murakami en Underground

Teresa Sabaté tiene un estudio en Santa Marta 10, junto a otros artistas. Lo abren todos los años por estas fechas y ponen a la venta obras de pequeño y mediano formato. Teresa tenía ayer colgado un mapa de Pamplona, más que mediano. Sobre el lienzo, los contornos de la ciudad están bordados pálidamente. Se reconocen mejor los trayectos de las personas a quienes pidió que pasearan de un punto a otro. Así, la cartografía se convierte en un asunto personal. Junto al mapa hay dos de los muchos cuadritos en los que aparecen las iniciales de los paseantes junto al color del hilo que los identifica y otros elementos elegidos por Teresa. Hay quien quiso ser original y fue hasta el cementerio. Cinco personas coincidieron en el camposanto. Otro se acercó a las huertas de la Magdalena para trazar un arco que atraviesa cercas, setos y sembrados. Si dijo la verdad, los perros debieron perseguirle en su hazaña. Hay quien subió a la ciudad desde Mutilva y quien se dejó llevar sin rumbo por el casco viejo. La ciudad se siente viva. El conjunto se cierra con unos aros forrados con hilos de los mismos colores que los recorridos y con una figura que no llegué a ver. Confío en que exponga todo el conjunto.
(14 Nov. 15) El mercado del boulevard Grenelle sí está cerrado. Los toldos recogidos y el andén sobre el que pasa la línea 6, casi desierto. En la estación de Bir Hakeim no hay público. El cartel del anuncio de la exposición en el Jeu de Pomme, es una lona solitaria. El museo también estará cerrado. Las columnas que sujetan el puente tienen capas y capas de pintura plateada. A veces, cuando las ilumina el sol, parecen copias fotográficas a la antigua.
(13 nov. 15) Polycopies se ha convertido en una especie de refugio. Los dos barcos están amarrados en el puerto de Solferino, no muy lejos del pont des Arts. Hay con quién conversar, libros para comprar y otros con el letrero de sold out. En la orilla izquierda todo parece normal. A pesar de la tragedia y en una extraña contraposición con los informativos franceses y españoles, las galerías permanecen abiertas y también los cafés. Berthet- Aittoaures tiene una hermosa colección de Giacomelli. Algunas de las fotos que presenta son poco conocidas y muy abstractas. Enfrente, en la Palette, el personal llena el interior y la terraza a la hora del almuerzo. En la minúscula cocina un hombre y una mujer se afanan con las tortillas de hierbas, Sobre el aparador del pasillo un pinche aliña las ensaladas con salsa de mostaza. Nadie mira el televisor. Desde las cristaleras, al calor de un café, todo parece ir bien.