La cabina, podía verse de formas muy distintas cuando se estrenó. Un fotograma de la película sirve como cartel para una exposición del MNCARS, abierta hasta el 28 de junio. Hoy, lo miras y ya tiene más interpretaciones. Las imágenes, si son buenas, aguantan por muchos acontecimientos que les añadas; personales o colectivos.
Las fotografías de la calle durante la pandemia resultan, por ahora, anodinas. Es lógico, porque cualquiera que madrugue encontrará calles desiertas en cualquier época del año y en cualquier ciudad. Solo lo desconcertante produce la sensación de vivir en un mundo desconocido.
Es cierto que la imagen sigue a la palabra pero no basta con datar aquella para darle significado. Si nada dice fuera del contexto ¿qué añadirá al relato?