RSS

Passy en invierno : Blogs y Webs

Fault de Carlos Albalá

Blogs y Webs
Fotografía
Libros

Carlos Albalá en Autoedit

Comentar »

Paris Photo Robert Mapplethorpe

Blogs y Webs
Fotografía
París
©

Robert-Mapplethorpe--paris-photo
Ya que estamos,

Comentar »

Avant mercredi soir

Blogs y Webs
Música


L’origine \ Boris Vian

Comentar »

Lewis Baltz, in memoriam

Arquitectura
Blogs y Webs
Estética
Fotografía
París

new-industrial-parks2Volvamos.

De los Nuevos parques industriales había una foto, casi escondida, cerca del cuartito del estand. La pared de la izquierda estaba ocupada por una serie completa. No quise ni mirarla. Resultaba abrumadora. Me quedé frente a la nave fotografiada en escorzo, contra la costumbre de Baltz; los árboles recién plantados y la luz de la puerta encendida.

Valérie se acercó educadamente y preguntó si podía ayudarme.

–No lo creo-. Le dije con cara de resignación. –De todas formas, ¿cuánto?

Pronunció el precio como si nada. Luego hizo una pausa y añadió: –Dólares-. Segura de que la moneda no cambiaría las cosas. Charlamos un buen rato de la feria y de qué caro estaba todo. Me alejé buscando más emociones fuertes.

Valèrie me alcanzó cuando entraba en otra galería.

-¿Quiere usted ver otra serie del señor Baltz?

Volvimos. Theresa Luisotti estaba abriendo la caja de que contenía las fotos de Park City. Cada una enmarcada con un paspartú inmaculado y protegida con una hojita traslucida. Están reveladas en un papel japonés muy duro y sin embargo todos los detalles resultan visibles: parece una contradicción. No debería ser necesaria tanta exactitud para decir algo tan simple.

Las manos de la señora Luisotti manejaban las fotos como formas consagradas. En Park City hay menos concesiones que en otras series. Son imágenes que no otorgan ninguna ventaja al espectador. Uno no sabe si atribuirlo a la decisión de seguir explorando una vía felizmente abierta con series anteriores o a un programa estricto preparado desde el principio. Hay literatura al respecto pero es literatura. La señora Luisotti se apartó un momento para contestar una llamada. Dejó extendidas sobre la mesa una docena de fotos y justo bajo mis ojos, la más delicada, la menos Baltz.

Valèrie revoloteaba alrededor pero no se dio cuenta: un hombre con aspecto agradable, gabardina clara y gafas gruesas se acercó a la mesa, agarró una de las fotos y se la acercó a la cara. No era difícil imaginar el efecto de su aliento, la impronta de las gotitas de saliva sobre la superficie revelada.

-¡Ouh! ¡Nou, nou, nou! – Luisotti soltó el móvil, se abalanzó sobre el hombre en cámara lenta y le quitó la foto con unos dedos larguísimos y hábiles. -Nou, nou , nou-. Decía, cada vez más dulcemente, casi sonriendo, con la foto ya a salvo. Mientras él se alejaba, Valèrie, a mi derecha, había sacado una calculadora y pasaba a euros una suma suficiente para comprar un utilitario. Luisotti le hizo un gesto para que aplicara un descuento y le preguntó cuál era el IVA en Francia. Solo por la diferencia con el de España daban ganas de viajar en autobús los próximos años.

Una semana después, Baltz moría en su casa de París.

Comentar »

3 de diciembre ( y IV)

Blogs y Webs
©

ultima-página
30 años después, en 2007, tuvo lugar otra manifestación parecida a la de 1977. También salí a la calle con una cámara, no mucho mejor. No había riesgos entonces. Es más: hubo quien posó con la bandera nacional. Dejo el relato de Carlos E. Cué y Mikel Muez pra El País.

Me fascina la atracción que provocan las banderas. Recuerdo bien la legalización de la ikurriña, la alegría que produjo y el entusiasmo con el que se compraron tazas, llaveros, dedales e incluso ceniceros. Me acuerdo también de una larga charla que mantuve con alguien de HB acerca de esto mismo: –La ikurriña me la suda-. Le dije. Me habló de cuántos habían dado su vida por esa bandera. La contestación era obvia.

Alguien dijo que la única bandera posible sería un paño recorrido trasversalmente por una franja que, desde el asta, nunca llegara al batiente, indicando así que el país siempre está por construir. Creo que ni eso.

Comentar »

3 de diciembre de 1977 (II)

Blogs y Webs
Fotografía
Libros
Pintura
©

auto-edit-huarte-20141130_601
Solo hace unos meses supe que Javier Balda estuvo haciendo lo mismo muy cerca de la plaza del Castillo. Él estaba en la plaza de san Francisco, fotografiando a quienes esperaban enfrentarse a la manifestación oficial.

Los dos teníamos entonces unos cuadernillos en blanco para maquetar catálogos de la sala de Cultura de la CAN. Los dos los usamos para organizar, sin saber uno del otro, una pequeña crónica de aquel día tan raro.

Ahora hemos preparado una edición de 10 ejemplares y pueden verse juntos en la exposición que ha comisariado Juan Pablo Huércanos para el Centro de Arte Contemporáneo  Huarte.

Comentar »

3 de diciembre de 1977 (I)

Blogs y Webs
Citas
Libros
©

auto-edit-huarte-20141130_599El 3 de diciembre de 1977 tuvo lugar en Pamplona una manifestación promovida por la Diputación Foral de Navarra. El periodista de El País Fermín Goñi escribía acerca de las tensiones del día anterior “debido a la presencia de jóvenes que repartían panfletos con el siguiente texto: «Navarra, sí; Euskadi, no; ven el día 3, a las doce, en la catedral y después, a la plaza del Castillo. ¡Viva Navarra católica y foral! ». Durante todo el día de ayer se produjeron algunos enfrentamientos verbales entre personas de distintas ideologías sin que en ningún momento se pasara a las manos”.

Fui a la plaza del Castillo con una máquina, tal vez una Agfa y estuve disparando hasta que me echaron el alto unos cuantos tipos con pelliza. Les di el rollo que no era y después de revelar las fotos monté un folleto que ha andado por casa estos 37 años.

No hay apenas texto, aparte del título y los créditos de la edición, una frase de Amadeo Marco, entonces vicepresidente de la Diputación: “Cuanto más conozco a los hombres ¿eh..? más quiero a mi perro”. Claro, la frase no es suya, excepto la pausa interrogativa. En la contramanifestación del día 8, uno de los gritos que se corearon fue: “Amadeo, gamberro, vete con tu perro”.

Comentar »

Juan Fontanive

Blogs y Webs
Cine
Ornitología


vía: http://vimeo.com/fontanive

Comentar »

Rue Jean Rey

Arquitectura
Blogs y Webs
París
©

Embajada-de-Australia-en-ParisLa embajada australiana está muy cerca de aquí: en la Rue Jean Rey. Mientras la fotografiaba apareció un tipo con chaquetón reflectante y casco de obra.
–¿Es usted ingeniero?- preguntó desde lejos.
Qué ganas de decir que sí.
–Es una embajada; no se pueden tomar fotografías. Hay cámaras de seguridad. Llamarán a la policía.
Me acordé de Coco “Ahora estoy dentro. Ahora estoy fuera” y saludé mirando a la cámara más cercana.
El edificio no es muy alegre y las dos columnas que parecen sujetar la fachada resultan un tanto amenazadoras. El hombre del casco se fue hacia la puerta principal.

Comentar »

Trileros en la calle Fèdèration

Arquitectura
Blogs y Webs
Citas
Estados
Libros
Montaigne
París
©

trileros-junto-al-centro-de-cultura-de-japon

 

En la esquina de la Rue de la Fédération y el Quai Branly se apostan los trileros a primera hora de la mañana. Para calentar el ambiente, hacen el juego entre ellos. Siempre resulta un poco burdo. Se supone que quienes se acercan a la Torre Eiffel va tan cortos de reflejos como para caer en la trampa de los cubiletes.

No importa que ellos vistan igual: las mismas deportivas, los mismos pantalones o que ella, la de la panoja,  la suelte como si fuera un clínex.

El caso es que siempre pica alguien. La hipnosis de la bolita no tiene fin. Sea del tamaño que sea. Siempre hay un momento en el que vamos confiados a la Torre Eiffel o a la Cibleles.

Y entonces dices: -Quita; que ya sé yo.

«Estoy convencido de que por haberme acostumbrado desde niño a marchar por el buen camino y a no poner engaños ni falacias en mis juegos infantiles (menester es advertir que los de la niñez no son tales juegos, menester es juzgarlos en las criaturas como sus acciones más serias), no hay pasatiempo, por ligero que sea, al cual deje yo de aportar por natural propensión, instintivamente, una tenaz oposición al engaño. En los juegos de baraja mi lealtad es idéntica, trátese de cuartos o de doblones; lo mismo cuando me es indiferente ganar o perder, cuando juego con mi mujer y mi hija, que cuando me las he con un extraño. Mis propios ojos bastan para que me mantenga digno. No hay quien pueda vigilarme tan de cerca, ni nadie a quien yo respete más».

Los Ensayos

Montaigne

 

Comentar »

David Campany, Gasoline

Blogs y Webs
Correspondencia
Estética
Fotografía
Libros

Gasoline_19-Custom

 

Querido J:

Te gustará este libro de D. Campany. Gasoline recoge unas cuantas fotos utilizadas en periódicos norteamericanos desaparecidos y cuyos archivos han sido liquidados. La edición es muy inteligente. Una mitad está dedicada a las fotos y la otra a los reversos, a las anotaciones. En medio, una entrevista con el autor; más bien con el recopilador. Casi todas las imágenes están reencuadradas para su publicación y algunas retocadas con guache y lápiz, como esta de la portada. El conjunto señala una sola dirección: la que  seguimos hace 40 años.

Saludos,

 

algunos comentarios acerca del libro: uno, dos y tres

Comentar »

Fotolibros japoneses y occidentales

Blogs y Webs
Fotografía
Libros

«La pasada noche, hablé con el escritor Akiko Otake en la Fundación de Educación Bunka Gakuen. Personas de Japón me preguntan repetidamente cuál es la diferencia entre los fotolibros japoneses y occidentales. Una persona me lo volvió a preguntar anoche. Esto es lo que le respondí:

Los fotolibros occidentales, en general, son un conjunto de reproducciones (un «hatillo» de reproducciones, se podría decir). En un momento determinado, el fotógrafo hace una recopilación de fotografías y el trabajo del editor se limita a crear algo que se acerque lo más posible a esas fotos.

El fotolibro en Japón, sin embargo, no se concibe como una serie de reproducciones. Por el contrario, es a través de la forma del fotolibro (o de la revista) como la imagen cobra su forma (por medio de la tinta sobre el papel). Es esa dualidad de la imagen y su forma impresa la que hace que el fotolibro en sí mismo sea el trabajo del fotógrafo. En este sentido, cada fotolibro, aunque se impriman cientos de ejemplares, es en sí mismo un original. Ese nivel de la cultura del fotolibro es lo que distingue como es concebido, y consumido, en Japón, a diferencia de Occidente.

Además, creo que muchos, si no la  mayoría, de los fotógrafos japoneses se sienten cómodos con un trabajo ambicioso y/o inescrutable. No es que se den aires ni que intenten ser geniales. Tiene que ver más con sentirse bien con la indecisión, con la falta de soluciones, con el desmantelamiento de las categorías. Todo esto tiene que ver más con las diferencias culturales, algo que se refleja en la forma de los fotolibros».

Contemporany japanese photobooks

traducción L.G.

Comentar »

Una vida en tres actos

Blogs y Webs
Cine
Correspondencia
Libros

Querido L.:

 

He leído rápido Una vida en tres actos de Julio Caro Baroja. Siento que la publicación no haya corrido a cargo de Ken porque habría sido un buen libro para esta Navidad. Considerémoslo un apéndice de la colección. No creo, de todas formas, que los herederos se hubieran mostrado remisos a ceder sus derechos, a la vista de la edición.

Leí hace años Los Baroja. Quién no. Lo devoré y lo volví a leer hasta que la encuadernación mostró sus debilidades. Esta vida en tres actos, aunque no sea más que una breve aproximación a aquel libro denso y emocionante, produce una quietud especial. La manera de mirar la vida de Julio Caro me resulta envidiable,; por encima del trabajo y de las ideas, hay un sentido forjado en la irrealidad de los libros que lo hace profundamente humano.

Desde luego, yo prefiero leerlo en papel, mucho más si vosotros os encargáis del diseño pero si alguien prefiere lo digital, anda por ahí una versión en bits.

Un párrafo: “Cuando pienso ahora en lo que a los vascos les gusta pensar de sí mismos, me doy cuenta –sin embargo- de que el esfuerzo que hizo mi tío para aproximarse a una realidad más honda y fuerte, ha sido esfuerzo vano. Los “vascos profesionales” y “confesionales” siguen creyendo que Amaya o cosas por el estilo encierran el secreto de su ser. Al vasco de cartón-piedra le interesan las novelas de cartón-piedra y los espectáculos del mismo material. Pero acaso le pasa lo mismo al, al castellano, al catalán o al andaluz, al español de izquierdas y al de derechas, pétreo y acartonado”.

Nos vemos,

 

Adenda: Julio Caro en A fondo

Comentar »

Una imagen bien contrastada

Blogs y Webs
Fotografía

Querido C.:

Leo en tu blog una entrada en la que hablas muy resumidamente de las dichas y desventuras del positivado. Creo que cualquier aficionado a la lectura conoce la historia de Raymond Carver y Gordon Lish. Me parece que razón, razón, tienen los clientes en los ultramarinos o en El Corte Inglés. En el proceso creativo, cualquier ayuda es buena, desde las becas, hasta los consejos. Las fotos que positivaba Cartier-Bresson son menos interesantes que las que preparaban sus copiadores. Con Weston, efectivamente, pasa lo mismo. Las suyas valen un Congo pero resultan insulsas en comparación con las que hizo después su hijo. Por eso, cuando se tiene la posibilidad, uno debe aprovecharla. Contrastar una opinión, seguir –o rechazar- un consejo no desmerece en nada el trabajo del artista.

 

Otro punto de vista: Stephen King no está de acuerdo con Baricco.

 

 

Comentar »

La diferencia entre un panfleto propagandístico y una novela

Blogs y Webs
Fotografía

Una entrevista con Henry Cartier-Bresson

Una traducción

Comentar »