La correspondencia mejora. Esta variante contiene una apelación a un 80% de los sentimientos humanos: a los más nobles y a los más rastreros.
Doña Poku teclea y se le alegra el corazón.
«De la señora Poku Mblo
Soy la señora Poku Mblo Nací el 19 de julio de 1970. Soy viuda y tengo una hija que es de 15 años. Estoy tan feliz de estar escribiendo que este mensaje ya que alegra mi corazón si usted puede compartir mi pasión para comenzar este proyecto que quiero empezar.
Quiero que entiendan que mi estado médico actual no me permite moverme para hacer de este proyecto una realidad, es por eso que necesito su ayuda para que este proyecto viene a través. Mi difunto marido era un comerciante de piedras preciosas, que comprar de de Ghana y Asia y que se reunió con él en el negocio hace 20 años y desde entonces hemos sido capaces de hacer un montón de dinero.
El problema es que mi marido era en realidad un huérfano y ambos se crió en un orfanato en casa y tenemos a nadie para ayudar excepto mi hija que es 15 años de edad. En este momento mi hija tiene 15 años de edad y he sido diagnosticado con una enfermedad síndrome mortal y también tengo un tumor cerebral, ya que es en este momento, el médico de están diciendo que sólo tengo sólo algunas pocas meses de vivir como ser realistas con ustedes tengo decir 1 mes o así que esto es por eso que quiero que hagas esto por mí como una obra de Caridad como no hay nadie para manejar este dinero.
Ahora el fondo se encuentra actualmente en un banco. Os he pedido esto porque quiero que permite recuperar el dinero del banco y la mitad del dinero se debe utilizar en la creación del orfanato y otras instalaciones para ayudar a los menos privilegios por qué la otra mitad del dinero se debe utilizar en la inversión en tu país.
Tenga en cuenta que esta inversión va a estar a su nombre, pero mi hija debe tener 50% de esta inversión. Además, usted tendrá que adoptar a mi hija como a su hijo, ella debe vivir con usted hasta que tenga edad suficiente para casarse y entonces usted puede ayudarla en la construcción de su propia vida, con su parte de la inversión.
Tenga en cuenta que cuando usted acepta esta oferta y acepta adoptar a mi hija como su propio hijo y cuidar bien de ella, voy a presentarte al banco como beneficiario a la cuenta donde el fondo es y te hacen un signatario de la cuenta.
Responda a mí con una copia de su documento de identidad si se acepta esta oferta y por favor no se olvide de que no hay nadie que se ocupe de mi hija por lo que debe adoptar ella como su hijo y debe configurar la infraestructura para atender a la necesitados y menos privilegios.
Siendo bendecido.
Gracias
Sra Poku Mblo»


“Aunque los clarineros prestaban unos servicios limitados, en 1707 (28-VI) la Corporación dispuso que no se pudiesen ausentar de Pamplona sin su permiso. En 1748, se estableció que no acudiesen de día ni de noche a ninguna función particular de los vecinos sin licencia previa del regidor preeminente y, en tal caso, que sólo se presentasen en casas de vecinos «notoriamente decentes», es decir, de buena consideración y posición social. No se trataba de la libre disposición por uno u otro clarinero de sus propias facultades y libertad natural, sino de que la institución más importante del municipio, representante de todos los vecinos, no permitía los servicios de sus empleados a favor de particulares. Era cuestión de prestigio y protocolo para el Ayuntamiento, institución de todos los pamploneses. En 1760 (25-VI), se insiste en esta última disposición, al prohibir a los clarineros su presencia en funciones de comunidades o cofradías sin permiso de la Corporación o del regidor preeminente (primero entre los 10 regidores o regidor cabo del burgo de San Cernin). Dichos acuerdos municipales reflejaban que la Corporación poseía una jurisdicción total sobre sus empleados. En este sentido, los regidores pusieron una particular atención para que otras instituciones respetasen al Ayuntamiento el derecho privativo que tenía sobre los clarineros, respecto a la concesión o negativa del permiso para asistir, como tales, a las celebraciones privadas de sus vecinos. Por dicho motivo, en 1744 la Corporación mantuvo un pleito ante el Consejo Real en defensa de su derecho privativo para apresar al clarinero Bernardo Plata -apresado el 27-IV-1744- por haber tocado música sin su permiso, aunque sí con el consentimiento expreso del virrey, el regente del Consejo, alcalde ordinario, y alguacil mayor del tribunal de la Corte Real. Estas licencias o permisos citados no bastaban según el fuero municipal, pues la jurisdicción a este respecto era privativa de la Corporación. A pesar de la jurisdicción privativa municipal, el Consejo Real sentenció en contra de ella, exigiendo la libertad de dicho clarinero. La Corporación obedeció. En realidad, en esta sentencia el Consejo Real no trataba sobre el derecho privativo del Ayuntamiento, sino sobre determinados aspectos del caso. Por su parte, la Corporación pretendió —sin éxito- consolidar su posición al recordar la expulsión que en 1743 decretó a sus clarineros Bernardo Plata y Antonio Mantelli por el mismo motivo aunque, poco después, benévolamente, les hubiese readmitido en el cargo”.
La burocracia del Ayuntamiento de Pamplona del siglo XVIII
José Fermín Garralda
Querida J.:
No creo que haya sido tu condición de mujer la que te ha impedido fotografiar a los chicos del PETA en el callejón de la plaza de toros. Más bien un conjunto de elementos que no desaparecen de la sesera del personal así les pases un estropajo con agua jabonosa.
personas que se encargan del orden en estos acontecimientos tienden a la bonhomía y no exigen un carné profesional o que te hayas acreditado previamente. Luego pasa lo que pasa. Si; ya sé que, de joven, tu ilusión era fotografiar el encierro para la prensa escrita y que tu condición femenina fue la causa de la negativa del periódico. Me contaste quién fue la primera mujer que se subió al vallado cámara en ristre y que semejante acontecimiento no fue hace mucho. Lo sé, pero lo de hoy era distinto. El de seguridad te ha visto como te ha visto: una falda monísima, bolso grande, mi bolsa de plástico en el antebrazo y una cámara compacta muy buena pero que parece de pin y pon. A tu alrededor los otros fotógrafos iban vestidos como se visten los fotógrafos, además de llevar al cuello unas cámaras grandes y angulares como la cúpula del Vaticano y teleobjetivos que se miden por centímetros. Claro; así no pasas.
No es que no hayas pasado por mujer. No has pasado por mujer, por no ser excesivamente joven, por no tener pinta de lo que eres, por llevar bolso grande y por sujetarme en el peor momento la bolsa de plástico en la que llevaba la alcachofa de la ducha para cambiarla por otra. La cal: ya sabes. Y sobre todo, no has pasado porque da igual de qué acto, procesión o exhibición se trate: a un tipo que tiene un patrón cerebral determinado no puedes pedirle mucho. Da igual que sea socio del PETA o de la Hermandad de la Pasión. ¿Te acuerdas del juguete de Fisher-Price en el que el niño tiene que encajar en cada hueco el objeto con la misma forma? pues aquí lo mismo. Si tienes pinta, pasas. Si no, no. Es lo que comúnmente se llama prejuicio.
Cuando nos marchábamos, mientras le afeabas la conducta al muchacho en cuestión, él ha hecho un amago de disculpa y ha dicho –más o menos y entre dientes- que no sabía cómo distinguir a un fotógrafo de quien no lo es y que de algo tenía fiarse. Era el momento idóneo para darle con el bolso.
Otro día hablaremos de por qué han dado en ser tan recatados los miembros del PETA. De por qué hacen un cordón de seguridad o impiden el paso por los laterales de la manifestación, excepto si eres fotógrafo o pareces serlo, o por qué las chicas se tapan los pezones con esparadrapo (tal vez por Facebook o por el miedo al uso de las imágenes, no lo sé). El caso es que todo tiende a una ultracorrección parecida a las pescadillas.
Nos vemos el lunes, supongo,
A Jonathan Swift lo conocemos sobre todo por Los viajes de Gulliver. También salió de su pluma un nombre propio: Vanessa, más conocido en España como La Vane. De todas formas, lo que aquí nos importa es que Swift puede ser considerado como el padre del humor negro por no decir negrísimo. No fue él quien puso el nombre al género. Tuvieron que pasar más de dos siglos para que André Breton publicara su Antología del humor negro. Claro que dar a la imprenta semejante libro en la Francia de 1940 solo podía traer aparejada la prohibición inmediata de su distribución por el Gobierno de Vichy.
Tal vez la frase de Adorno acerca de la poesía y Auschwitz, debió predicarse acerca del humor negro. Aun y todo, Breton publica de nuevo su Antología en 1947 y una edición definitiva en 1966. Entre los autores seleccionados, Thomas de Quincey, Baudelaire, Poe, Lewis Carrol Nietzsche, Rimbaud, Gide, Alfred Jarry, Raymond Roussell, Apollinaire o Kafka.
Breton dice en el prólogo:
“La palabra humor es intraducible, decía Paul Valéry, si no lo fuera, los franceses no la emplearían. Pero si la utilizan es precisamente por la impresión que le adjudican y que la convierte en una palabra muy adecuada para una discusión sobre gustos y colores. Cada oración que la contiene modifica su sentido, hasta el punto de no hallarse su significado propio más que en el conjunto estadístico de todas las frases que la contiene y que van a contenerla en el futuro”.
Volviendo al principio, Swift no fue concejal pero sí consejero del gobierno tory y decano de la catedral de St. Patrick de Dublín. Es cierto que se ganó algunas hostilidades a costa de sus escritos y que practicó una especie de rudimento de tuiteo, bajo el seudónimo de Isaac Bickerstaff, con el que arruinó la carrera de un conocido astrólogo y sin embargo toda Irlanda entendía que sus escritos tenían un carácter irónico. Breton recoge en su antología unos párrafos de su Modesta proposición: Para prevenir que los niños de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles al público.
Aquí, unas líneas:
“…Ya he calculado el costo de crianza de un hijo de mendigo (entre los que incluyo a todos los cabañeros, a los jornaleros y a cuatro quintos de los campesinos) en unos dos chelines por año, harapos incluidos; y creo que ningún caballero se quejaría de pagar diez chelines por el cuerpo de un buen niño gordo, del cual, como he dicho, sacará cuatro fuentes de excelente carne nutritiva cuando sólo tenga a algún amigo o a su propia familia a comer con él. De este modo, el hacendado aprenderá a ser un buen terrateniente y se hará popular entre los arrendatarios; y la madre tendrá ocho chelines de ganancia limpia y quedará en condiciones de trabajar hasta que produzca otro niño.
Quienes sean más ahorrativos (como debo confesar que requieren los tiempos) pueden desollar el cuerpo; con la piel, artificiosamente preparada, se podrán hacer admirables guantes para damas y botas de verano para caballeros elegantes.
En nuestra ciudad de Dublín, los mataderos para este propósito pueden establecerse en sus zonas más convenientes, y podemos estar seguros de que carniceros no faltarán; aunque más bien recomiendo comprar los niños vivos y adobarlos mientras aún están tibios del cuchillo, como hacemos para asar los cerdos”…
Leí el otro día que algunos se acuerdan del racismo, el terrorismo o la pobreza, solo cuando leen un chiste ofensivo. Si sirve, valga.
dos cosas para leer, ya si eso: una. Dos
Gracias por las fotografías de criminales que me enviaste hace unos días. La mezcla de fotografía antigua y rostros tamizados por el pasapurés de tiempo, da siempre un excelente resultado. Quien estuviera detrás de este aparato fotográfico sabía manejarlo con profesionalidad. Conocía bien la luminosidad de su objetivo. Así aparecen los rostros de estos hombres y mujeres, enfocados con tanta finura que los hace únicos. Qué hicieron es lo de menos. El retrato los convierte en personas.
El caso es que tu segunda revelación, la de ayer, me dejó más perplejo todavía. Encontrar archivos antiguos y publicarlos, me parece una forma de añadir recuerdo a la estética o viceversa. Sin embargo el acceso directo a la ficha policial contemporánea resulta una depravación diga de un guionista de Robocop.
Ignoraba que uno pudiera acceder a las fotografías de aquellos a quienes se detiene en los Estados Unidos. No sé si sucede en otros países. Se quejan algunos en España de la pena de Telediario e incluso hay quien quiere evitarla por ley. Un chiste comparado con la página electrónica www.jail.com.
La advertencia al pie resulta un monumento al cinismo:
“La información que se facilita en esta web ha sido diseñada para ayudar a los usuarios a adquirir información sobre las detenciones de la cárcel del condado. El uso de cualquier información que se encuentra en este sitio web para otros fines podría ser ilegal. Si bien se cree que la información es fiable, Jail.com proporciona esta información «tal cual «y no da ninguna garantía o garantías en cuanto a su exactitud. Cualquier indicación de que una persona ha sido detenida o retenida no es prueba de culpabilidad o condena por delito alguno. Tenga en cuenta que es su responsabilidad ponerse en contacto con la agencia apropiada para recibir o comprobar cualquier información de este sitio web. (…) Creemos que hacer accesible esta información ayudará a reducir la delincuencia, asistir a las víctimas en el enjuiciamiento de sus crímenes, ayudar a la identificación y restaurar la confianza del público”…
por supuesto si aparecer en un fichero policial expuesto en internet te causa problemas en cuanto a la honra o al prestigio, puedes pinchar debajo de tu foto y www.internetreputation.com te echará un cable por un módico precio. Todo bien.
Nos vemos pronto.
«Si nos detuviéramos alguna vez en examinarnos, y el tiempo que empleamos en fiscalizar a los demás y en conocer las cosas exteriores lo ocupáramos en sondear nuestro interior, nos convenceríamos presto de que nuestra contextura está formada de piezas insignificantes y deleznables. ¿No constituye, en efecto, un testimonio singular de imperfección la circunstancia de que no podamos detener nuestro contento y nuestra satisfacción en cosa alguna, y que la imaginación y el deseo nos impidan elegir el camino que nos es más adecuado? De ello es buena prueba esa gran disputa que sostuvieron siempre los filósofos a fin de encontrar el soberano bien del hombre, la cual dura todavía y durará eternamente sin que jamás se llegue a una solución o acuerdo:
Aquello que no poseemos se nos antoja siempre el bien supremo, mas cuando llegamos a gozar del objeto ansiado suspiramos por otra cosa con ardor idéntico, y nuestra sed es siempre igualmente insaciable». Lucrecio III, 1095)
Ensayos, De una sentencia de César
Montaigne

Uno se llama como le apetece o como cree que debe de llamarse y usa en su escudo las armas que tiene a bien, aunque fueran las del señor de su propio pueblo y este, a su vez, vasallo del Conde de Lerín. La historia se va escribiendo así: con un poco de esto y otro de quien quiere prohibirte que te llames como quieras. Con el tiempo, todo es leer

Registro 2505 Fundación Oteiza
“De niño comencé mi escultura como fotógrafo, construí yo mi primera máquina, haciendo un pequeño agujero en una piedra, para descubrir distinto lo que veía o lo que no veía bien, era un punto de luz que mi agujero de luz definía en redondo, un fotograma que obtenía de un mundo en la sombra, un instante de comprensión luminosa y espacial. Y terminé de escultor estropeando voluntariamente mi vieja cámara de fotógrafo, al abrir la escultura de mi Caja vacía para que le entrase y se llenase toda de luz”.
Fotografía Vasca y fotomaquia
Jorge Oteiza

Bajar las escaleras del Guguy y acordarme de Frank Gehry es todo uno. ¡Ay! Qué sensación de cojo a mi pesar. No sé qué hacer con los pies: dos en esta pisa, uno en la otra. Miro dónde pongo este y ahora el otro, dónde termina el escalón para comenzar el siguiente. Frank, de verdad: tu museo dará vidilla, pero así te cupieran estas escaleras por el orto. ¿No puede un visitante entrar con cierta elegancia, sin mayores atolondramientos, con la vista al frente, haciendo aquello que tanto nos costó aprender de pequeños, o sea, subir y bajar peldaños?
Veo la expo de Niki de Saint Phalle y a la salida, subo, distraído, con algo más de facilidad: Puppy, al fondo, tiene compañía. Algún contratista con buen ojo ha encontrado financiación para el remozado de una fachada. Las colonias caras es lo que tienen. Confundo los nombres de las modelos. No se quién es quién, todas me parecen la misma. Son como una especie de prolongación quinquenal de la belleza. En los anuncios de algunas revistas, abajo, en tipografía pequeñita pueden leerse sus nombres pero no se me quedan. Hay una con las palas separadas; no tengo ni idea de cómo se llama. Ahora que Kate Moss se retira, creo que puedo reconocerla. Demasiado tarde.
He salido del museo como se sale a la realidad. De Niki de Saint Phalle, que comenzó posando para Harper’s, se exponen en Bilbao sus trabajos más fieros, menos amables. Ella siempre fue hermosa, incluso cuando apoyaba su mejilla contra la culata de una carabina. Enfrente, la modelo que se tapa una teta con el antebrazo, como si temiera el cierre de su cuenta en Facebook, tiene pinta de no ir más allá de la lona en la que está impresa.
Querido L.:
Después de la agitada mañana de ayer, abrí de nuevo tu ejemplar de Hojas de hierba. El lunes te lo devuelvo porque hoy saldré a por el mío. Estuve buscando algo que calmara mi espíritu pero solo encuentro una exaltación que me no conviene nada. Eso sí: mucho mejor traducida de lo que hasta ahora había visto. Leí hace unos días la introducción de Eduardo Moga que se hace imprescindible para entender el libro de Whitman. Luego busqué al azar y encontré esto, una especie de Cheever avant la lettre.
“I see a beautiful gigantic swimmer swimming naked through the eddies of the sea,
His brown hair lies close and even to his head, he strikes out with courageous arms, he urges himself with his legs,
I see his white body, I see his undaunted eyes,
I hate the swift-running eddies that would dash him head-foremost on the rocks.
What are you doing you ruffianly red-trickled waves?
Will you kill the courageous giant? will you kill him in the prime of his middle-age?
Steady and long he struggles,
He is baffled, bang’d, bruis’d, he holds out while his strength holds out,
The slapping eddies are spotted with his blood, they bear him away, they roll him, swing him, turn him,
His beautiful body is borne in the circling eddies, it is continually bruis’d on rocks,
Swiftly and out of sight is borne the brave corpse”.
Lo tienes en la página 1072. Te lo dejo marcado.
Hojas de hierba
Walt Whitman ed. Galaxia Gutenberg Círculo de lectores
«Ser objeto de compasión para tus amigos, o de burla para tus adversarios; resultar sospechoso a los extraños y llamar la atención de los tontos; mostrarse torpe cuando no se puede ser ingenioso, o ser aplaudido como ingenioso cuando sabes que has sido torpe; sentirse llamado al extemporáneo ejercicio de esa cualidad que ninguna premeditación puede dar; ser alentado a realizar esfuerzos que terminan en desprecio; provocar un júbilo que otorga el odio hacia los provocadores; dar placer y recibir maliciosas miradas de reojo; tragar copas de un vino destructivo que destila en el aliento bufidos para lisonjear vanas compañías; hipotecar un mañana miserable por noches de locura; perder mares completos de tiempo junto a los que pagan con pequeñas y desconsideradas gotas de aplausos resentidos: estos son los tributos para la bufonería y la muerte».
Charles Lamb
Sobre la melancolía de los sastres
Ed. Universidad Nacional Autónoma de México